| ¿Cómo oír la voz de Dios? Estando en comunión con Él |
En el tiempo que llevo, junto a jóvenes y laicos, coordinando y asesorando grupos asociativos, voy reforzando la convicción de que proponer, desde cada servicio específico, experiencias sencillas (de diálogo, presencia, formación, celebración, recreación, etc), y a la vez bien pensadas, preparadas y animadas, además de ser un camino de formación para nosotros, son ejemplo concreto de animación educativo-pastoral para los coordinadores y animadores de las comunidades juveniles. Es éste nuestro principal aporte educativo a la comunidad. No pocas veces constatamos en los animadores y aun en los adolescentes y niños de los diversos grupos, que existen desánimo y a la vez entusiasmo, grandes carencias familiares, deseo de pasar tiempo con otros pares, desorganización en el estudio, ansia de independencia, que la droga está “a su lado” esperando que se la reciba con la mano, que a veces la violencia verbal y física sale como fuerza espontánea entre ellos, que también hay ansia de expresi