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Mostrando entradas de enero, 2022

| ¿Cómo oír la voz de Dios? Estando en comunión con Él |

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  En el tiempo que llevo, junto a jóvenes y laicos, coordinando y asesorando grupos asociativos, voy reforzando la convicción de que proponer, desde cada servicio específico, experiencias sencillas (de diálogo, presencia, formación, celebración, recreación, etc), y a la vez bien pensadas, preparadas y animadas, además de ser un camino de formación para nosotros, son ejemplo concreto de animación educativo-pastoral para los coordinadores y animadores de las comunidades juveniles. Es éste nuestro principal aporte educativo a la comunidad. No pocas veces constatamos en los animadores y aun en los adolescentes y niños de los diversos grupos, que existen desánimo y a la vez entusiasmo, grandes carencias familiares, deseo de pasar tiempo con otros pares, desorganización en el estudio, ansia de independencia, que la droga está “a su lado” esperando que se la reciba con la mano, que a veces la violencia verbal y física sale como fuerza espontánea entre ellos, que también hay ansia de expresi

| ¿Vamos? ¿A dónde? |

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En la pastoral juvenil de grupos asociativos tratamos de proponer el recorrido de un camino que nos ayude a vivir más auténticamente nuestro ser-animador. Recordarnos una vez más nuestro ADN, nuestra identidad. Y esto porque comprendemos que nuestro “hacer”, nuestro servicio, el tiempo entregado en favor de otros, la mi sión, se entiende solo desde la identidad; un “quién soy”, que en este caso me fue dado, lo recibí, no lo inventó cada uno para sí. Ser animador -lo creemos- significa haber sido llamado, es decir que, providencialmente, sin saber yo por qué, hoy estoy siendo lo que soy aquí en “esta” comunidad. En los evangelios, Jesús llama siempre a las personas, en primer lugar a ser discípulo, y en la misma medida ser apóstol (servidor, misionero, educador, animador). Quién es llamado tiene que experimentar o (re)descubrir la alegría del llamado que el mismo Jesús le hace a estar con Él, ser discípulo; y como consecuencia la alegría de la respuesta se vuelve más auténtica, el s